Alcoholismo epsilon (No poder parar)

El alcoholismo épsilon (según la clasificación de Jellinek) es el alcoholismo esporádico, periódico; es decir, es el que padecen aquellas personas que pueden pasar días sin tomar ni una gota de alcohol, pero que cuando lo hacen, no pueden parar, bebiendo sin control y con graves problemas de conducta.

Las personas con alcoholismo epsilon en su día a día, no necesitan beber para calmar signos de abstinencia. Se muestran contentos y satisfechos con su vida.

Pero basta «ir a tomar una cerveza con los amigos» o «probar un vino en la cena» para entrar en una historia de abuso y en una larga y loca noche, que se prolonga por horas e incluso días. Sin ser capaz de parar.

Es «estar tan a gusto» que querer más y más se convierte en un automatismo, enganchando a amigos y conocidos resistentes, cerrando los pubs, agotando los afters.

El alcoholismo epsilon es un motivo frecuente de consulta.

Es especialmente importante buscar ayuda altamente especializada, porque al contrario de lo que pudiera parecer, su abordaje es difícil.

Cuando una persona padece alcoholismo gamma y bebe de forma regular diariamente, es menos complicado hacerle comprender que tiene un problema.

La conciencia de enfermedad es esencial para superar cualquier problema con la bebida, y la negación es un obstáculo.

¿Qué es el alcoholismo epsilon?

El bebedor esporádico «olvida» entre episodio y episodio ese mecanismo por el cual, una vez tomada una copa, se ve impelido a tomar más y más.

Evidentemente, nos puede pasar a todos, especialmente a los más jóvenes, pero llega un punto en que los que no tenemos este problema, sabemos parar, nos pedimos una tónica o nos vamos para casa.

Señalar que este tipo de alcoholismo no es el bebedor social (tipo beta) que presenta un historial de abuso en situaciones sociales, pero no tiene esa dependencia que le lleva a beber mucho más de lo previsto.

Tratamiento del alcoholismo epsilon

El tratamiento es eficaz, de seguirlo y hacerlo bien. Es un trabajo duro, no compensa iniciar un itinerario de profesionales y soluciones, porque acarrea muchos y graves problemas en la vida y en la autoestima.

Será tarea del psicólogo especialista en alcoholismo ayudar a internalizar la conciencia de enfermedad y la motivación para el cambio. 

Con frecuencia se usa disulfiram, un aversivo del alcohol como apoyo.

Pero el programa que mejores resultados obtiene es el refuerzo comunitario, (CRA), con refuerzo positivo a la sobriedad, habilidades de comunicación, desarrollo de actividades lúdicas, terapia familiar, manejo de la presión social y prevención de recaídas.

Hace muchos años que abordo este problema, y la tranquilidad que llega a la vida de estas personas y sus familias cuando lo superan, compensan con creces la dificultad de resistirse a ese pulso, en el que siempre, siempre se pierde.